Historia de Tristelle
En
el principio de los tiempos, Dios creó a los seres que llamó sus hijos. Los
creó a su imagen y semejanza, dándoles uno de tantos dones. Estos seres de luz
estaban escoltados por hermosas alas, siendo el símbolo que los distinguían
entre ellos.
Tristelle forma parte
de una de las primeras generaciones de ángeles que Dios creó para llamarlos sus
hijos. Ella es la primera de su linaje, así como una de las primeras hijas del
Todopoderoso en ser asignada al Coro Celestial de los Ángeles, siguiendo a sus
hermanos de su generación.
Fue testigo de eventos
inolvidables, como presenciar uniones entre sus hermanos y formar familias
entre ellos con la bendición del mismo Dios. También, fue testigo de uno de los
momentos más dolorosos: el exilio eterno de un gran número de sus hermanos, al
dejarse influenciar por la ambición de Sephiro, siendo auto-proclamado Satán a
quien, el resto de los hijos tanto celestiales como terrenales de Dios, lo
conocerían como el rey del Inframundo. Durante la Gran Caída y la Gran Batalla
librada entre ambos bandos, cada rincón de la Corte estaba experimentando un
extraño duelo. Tristelle y el resto de sus hermanos celestiales fueron testigos
de una insólita alianza que buscaba garantizar la supervivencia de los hijos
terrenales de Dios, donde, sorpresivamente, la hija de Satán, Verinn, fue
asignada como Guerrero Celestial responsable del Equilibrio entre el Cielo y el
Infierno junto a Caliel.
Después de muchos
siglos, tanto ella como sus hermanos del Coro de los Ángeles, comenzaron a
recibir sus asignaciones como Ángel Custodio. Por un pequeño lapso de tiempo,
Tristelle estaba resignándose a no cumplir aquel papel, hasta que sus hermanos
celestiales Sandalphon y Larissa fueron enviados al mundo terrenal para ser los
monarcas de uno de los pequeños reinos de Inglaterra, país gobernado por dos
poderosas familias de vampiros. Por un momento, Tristelle pensó que sería
asignada al primogénito de sus hermanos celestiales, pero grande fue su
sorpresa cuando ellos volvieron a la Corte y dejaron a su hijo en el trono.
Tiempo después, llegó
a la Corte la noticia de la presencia de una extraña clase de híbridos, pero
grande fue la sorpresa para cada ángel al saber que aquellos híbridos eran
nietos de Sandalphon y Larissa. Poco después de conocerse el nombre de los
príncipes de Cambridge, Tristelle recibió su tan esperada asignación como Ángel
Custodio. Como guardiana, le fue encomendada la protección del príncipe Elijah
Drake, a quien se encargó de proteger con su vida. Labor que sigue cumpliendo
hasta la actualidad.
En el actual siglo
XXI, Tristelle pasa bastante tiempo tanto con las familias Drake y Valkrie como
en su propio mundo, asegurándose de mantener el equilibrio entre el Cielo y el
Infierno.